Octubre, noviembre, ¿septiembre?: dos años de estallido y contraestallido en Chile

Por Julio Cortés Morales

Este texto fue publicado originalmente en El Porteño
Con fecha el 23 de Noviembre del 2021

“Quienes hacen revoluciones a medias, cavan su propia tumba
(Louis de Saint-Just)

“¿Acaso es esto revolución?” 
(Emociones Clandestinas)

A la revuelta de octubre le sucedió el acuerdo de noviembre. Y qué mejor candidato a la banda presidencial 2022 que el único negociador que firmó el acuerdo del 15-N a título individual: Gabriel Boric. Si la historia fuera lineal y en blanco y negro, el desenlace claro y hasta merecido hubiese sido ese. 

Pero no lo es, y en esa peligrosa ilusión cayeron todos los que interpretaron el 80% de octubre de 2020 como el fin del pinochetismo[1], acta de defunción del llamado “modelo neoliberal”, y luego en julio de este año se emocionaron hasta las lágrimas al ver a una mujer cercana al PPD (partido clave de los “30 años”) asumir con indumentaria mapuche la presidencia de la Convención Constitucional (o si lo prefieren, la Not-Asamblea Constituyente).

En esos diagnósticos y rituales coincidieron “octubristas” y “noviembristas”, quedando sólo una pequeña franja de los primeros al margen del proceso de canalización institucional de la revuelta. El proceso “avanzaba” en la misma medida que las protestas quedaron reducidas a exigir retiros de fondos y al final solo siguieron en la calle quienes nunca se olvidaron de los presos y muertos de la revuelta. 

“¿Para qué dedicarse a estudiar el fascismo y las nuevas formas de extrema derecha si son una absoluta y repulsiva minoría?”.

PATRIA O CAOS. EL ARCHIPIELAGO DEL POSTFASCISMO Y LA NUEVA DERECHA EN  CHILE. CORTES, JULIO. 9789560918048 Librería del GAM
Disponible en la Librería del GAM, Metales Pesados, Proyección y por Editorial Tempestades editorialtempestades@gmail.com

“¿Para qué dedicarse a estudiar el fascismo y las nuevas formas de extrema derecha si son una absoluta y repulsiva minoría?”. Eso me decían varios conocidos durante la euforia  constituyente, mientras redactaba una serie de columnas sobre el tema, publicadas luego como “¿Patria o caos? El archipiélago del postfascismo y la nueva derecha en Chile” (Tempestades, 2021). 

Sólo cuando el exótico “anarcocapitalista” Javier Milei arrasó este año en las elecciones parlamentarias en Argentina, se produjo la marcha contra la migración en Iquique y Kast empezó a avanzar sostenidamente en las encuestas, empezaron a sentir la resaca de la borrachera democrática y entender el porqué de mi temprana preocupación, junto con la necesidad de estudiar el fenómeno en serio. Pues tal como señalaba hace más de un año en la conclusión de uno de los textos “este archipiélago de grupos expresa nuevas formas de activismo de extrema derecha que no eran muy visibles antes del 18-O, y que parecen constituir expresiones de postfascismo, que en cada caso amalgaman diversos y hasta contradictorios componentes ideológicos”  y por eso había que “estar atentos a cómo evolucionan después de su inminente derrota en el plebiscito del 25 de octubre, dado que son ellos los sectores que más se han abanderizado con el Rechazo, y necesariamente tendrán que sufrir transformaciones y realizar algunos acomodos tácticos en su curiosa estrategia de ‘contra-revolución molecular’, ante la disyuntiva que han planteado como ‘Patria o Caos’”[2].  

Mientras tanto avanzaba el proceso constituyente, el “contra-estallido” también hacía su trabajo. No sé si de manera tan “silenciosa” como señaló el sociólogo Tironi[3]; más bien diría que avanzó “lento pero seguro”. Hasta llegar a la situación actual en que el “archipiélago” postfascista se está transformando en todo un nuevo continente.

Revolución y Contra-revolución

Para comprender bien el proceso que estaba en curso desde el 18-O me parecía adecuado acudir a la dialéctica  de revolución y contra-revolución. El problema es que en la cultura de la izquierda criolla sólo se ven como verdaderas revoluciones los mega eventos victoriosos del tipo Francia 1789, Rusia 1917, o Cuba 1959. Lo que no calza en dichos modelos ni siquiera merece ser tomado en cuenta. Pero las revoluciones son procesos largos y contradictorios, de final imprevisto. A lo largo de la Historia han existido muchos tipos  de revoluciones (políticas, sociales, culturales e incluso científicas) y casos en que las revoluciones no necesariamente resultan triunfantes, como Alemania en 1848 y 1918/9, la revolución española de 1936, o la rusa de 1905. A veces las revoluciones se estancan o son derrotadas, y no por ello dejan de ser revoluciones.

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“LA DE COLOMBIA ES UNA LUCHA CONECTADA CON EL CICLO DE LUCHAS POPULARES INICIADO EN 2019 EN LA REGIÓN CONTRA LA DESIGUALDAD Y EL AUTORITARISMO”

Entrevista al Grupo Vía Libre Sobre la Lucha de Clases en la región Colombiana

Entrevista al Grupo Libertario Vía Libre sobre la lucha de clases en la región Colombiana,
publicada originalmente en el Facebook de Vamos Hacia La Vida

11 de junio del 2021

Desde hace más de un mes que estalló la revuelta en la región colombiana, y a pesar de la dura represión que ha costado la vida de más de 50 manifestantes y que cuenta con cientos de personas desaparecidas, el proletariado aún se mantiene en pie de lucha. Para conocer más en profundidad y de primera mano lo que ocurre dentro de este movimiento, es que nos hemos contactado con las compañeras y compañeros anarquistas de Bogotá que forman parte del “Grupo Libertario Vía Libre” –el que se enmarca dentro de la tradición del “anarquismo social”- para realizar esta breve entrevista que reproducimos a continuación.

Iván Duque: El paro nacional que puso a tambalear al Gobierno de Colombia |  Opinión | EL PAÍS

¿Cuáles fueron las reivindicaciones y los antecedentes que detonaron en la revuelta? ¿Cómo creen ustedes que el movimiento se puede proyectar más allá de la satisfacción de las demandas inmediatas?

Hay diversos sectores del movimiento que justamente están pensando como continuar mas allá de lo inmediato. En primer lugar, tras la caída de la reforma fiscal la movilización se mantuvo y en segundo lugar empiezan a esbozarse órganos de participación como las asambleas populares con sus pliegos locales que buscan darle una continuidad social a la protesta.

¿Cómo ha sido el despliegue de las fuerzas represivas del Estado, tomando en consideración que se encuentran a la vanguardia dentro de sus pares del continente –incluso entrenando al comando jungla de la policía chilena-, y cuáles han sido las consecuencias en la población que participa activamente de las manifestaciones? ¿El narco y el crimen organizado han cumplido un papel represivo?

Las reivindicaciones en el momento inicial se articularon en torno al rechazo del proyecto de ley de reforma tributaria y los programas de ajuste neoliberal del gobierno de Iván Duque. Pronto por la dimensión de la represión gubernamental se extendieron diversas demandas contra la brutalidad policial y la acción del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía Nacional. Se presentan también otras demandas sectoriales y políticas, pero estas están menos articuladas en la movilización.

Los antecedentes de la actual protesta nacional se encuentran en el paro nacional de estudiantes universitarios de octubre-noviembre de 2018 que logró la huelga combinada de las 32 universidades públicas del país, las grandes jornadas de protesta nacional iniciadas con el paro del 21 de noviembre de 2019 cuyo efecto se prolongó hasta diciembre de ese año, las jornadas de protesta nacional intentando continuar este movimiento con 6 convocatorias en 2020, la más importante de ellas la del 21 de octubre de ese año. Así mismo resultan claves las revueltas juveniles contra la brutalidad policial del 9 y el 10 de septiembre de 2020 que dejaron un saldo de 13 personas muertas por la represión, así como una serie de luchas obreras, barriales y populares más dispersas, en demanda de apoyos sociales en medio de la crisis que se desarrolló en medio de la pandemia y la crisis económica.

Protestas en Colombia: la policía responde con balas - The New York Times

La represión estatal, ya clásica por medio de la Policía Nacional, la Fuerza Disponible o el ESMAD, ya relativamente nueva como la ejercida por organismos no tradicionales como el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) o el Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía (CTI) sobre todo en el Valle del Cauca, ha sido intensa y violenta.

Así se ha desarrollado la represión “convencional” con niveles especialmente altos de crueldad con disparos sobre el cuerpo y los ojos, y ésta se ha combinado con la acción extralegal de agentes estatales por ejemplo con disparos sobre la multitud.

Además, hay un importante componente de acciones paraestatales y para policiales, realizadas por civiles no identificados, que obran muchas veces bajo amparo oficial. Este es el ejemplo de las camionetas blancas que tirotean con pistolas y metralletas las manifestaciones en ciudades como Pereira, Cali o Yumbo, o los civiles que intercalan con la Policía y disparan sobre la multitud.

Como actores del conflicto armado y la violencia urbana, el narcotráfico y el crimen organizado pueden haber incidido en la coyuntura, aunque su papel es marginal. Si embargo, es real que, en las acciones paramilitares contra la protesta en el departamento del Valle del Cauca, hay una fuerte presencia de la burguesía narcotraficante que se articula de diferentes formas con la burguesía caleña tradicional.

¿Cuál es la composición de clase de los sectores que protagonizan la lucha? ¿En qué medida participan trabajadores asalariados, cesantes, amas de casa, trabajadores informales, estudiantes, etc?

El movimiento ha tenido una intermitente dirección obrera, una participación mayoritaria de jóvenes populares, y en menor medida de estudiantes universitarios e indígenas, entre otros sectores.

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[PDF] ¡Maderos, cerdos, asesinos!: Crónicas del diciembre griego del 2008

“[…] Cuando llegaron a Patission y se encontraron en las afueras de la histórica puerta de la Politécnica, la que había sido atacada por los tanques en 1973, cortaron la avenida sin preguntarnos qué hacer y, a continuación, corearon el típico eslogan «Batsi, gourounya, dolofoni!» – “¡maderos, cerdos, asesinos!”. Al presenciar esta escena, me sentí extasiado. Comprendí en este momento que el avión de la insurrección había despegado. Era más grande que nosotros. No digo que nos hubiera superado, aunque muchos de sus participantes sí lo creen así. Quizás les había superado a ellos porque pensaban que jamás iba a pasar algo semejante. Lo que la insurrección consiguió es que se superaran las ideas pesimistas que pensaban que algo así jamás podía pasar”.

Maderos cerdos

Este libro recoge los testimonios de varios de los protagonistas de Diciembre de 2008, un momento cargado de un profundo trasfondo social, político e histórico que se enlaza con la historia de las luchas de los últimos treinta años. El libro, cuyo título – Maderos, cerdos, asesinos – es un popular cántico en todas las movilizaciones griegas, describe lo ocurrido en la Revuelta de Diciembre en distintos puntos de Atenas y en otras ciudades helenas y la participación de los anarquistas en ella. Dicha participación se caracterizó – y se caracteriza – por la práctica de la revuelta social sin mediadores y sin ilusiones de lograr cambios dentro del sistema existente, proponiendo la autoorganización contra cualquier tipo de organización jerárquica, proponiendo la contraviolencia frente a la violencia estatal y la solidaridad contra la individualización y las divisiones artificiales creadas por el poder.

Mucha gente adoptó métodos dinámicos de lucha y procesos de autoorganización, sin representantes y sin plantear reivindicaciones. Diciembre no sólo continúa una cultura de violencia política, también siembra una nueva tradición de autoorganización y dota un importante impulso social a organizarse desde abajo. Estos procesos de autoorganización no tienen la violencia asesina de la Policía como único objetivo, sino todas las expresiones de Autoridad: desde la forma en que vivimos, trabajamos, producimos o consumimos a cuestiones de salud, de medio ambiente, a todo. Todos los aspectos de la Autoridad son frentes de batalla para la gente que se autoorganiza y lucha desde abajo, no siempre violentamente, pero siempre contra el Estado.

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Ficha técnica:

Primera edición: Diciembre de 2011
Segunda edición: Marzo de 2012
Traducción de textos: Miembros de Editorial Klinamen, La cizalla ácrata, Grupo Complicidad, asamblea del Todo por Hacer, Local Anarquista Magdalena, y todos aquellos que tradujeron textos anónimamente durante y después del Diciembre.
Edición a cargo de: Editorial Klinamen: http://www.editorialklinamen.org editorialklinamen@gmail.com

Reseña extraída de TODO POR HACER